Espero que el trabajo te deje tiempo para escribir. Estoy seguro de que lo encontrarás, porque para el poeta la poesía es una necesidad insoslayable, tanto como el soñar.
Para cuando vuelvas Liz. Lee esta belleza de poema de Rosalía de Castro.
«Yo en mi lecho de abrojos, tú en tu lecho de rosas y de plumas; verdad dijo el que dijo que un abismo media entre mi miseria y tu fortuna. Mas yo no cambiaría por tu lecho mi lecho, pues rosas hay que manchan y emponzoñan, y abrojos que a través de su aspereza nos conducen al cielo».
Himno Nacional de Guatemala
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Con motivo de festejar septiembre, el mes patrio, mes en el que Guatemala
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sentir ...
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[image: tumblr_nxqj6h3pNM1qb7h1ko1_500.gif (500×500)]
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Y se desperezaron las musas somnol...
EMPAPANDOTE EN EL MAR
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*Noche *
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Con su oscuridad como escudo, se divierte perversamente poniendo frente a
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Trabajo de análisis de la poesía: Grado 10
Instrucciones:
1. Visita el blog "Carpe Diem".
2. Elige un poeta de la antología o de los que ya están publicado...
Si no es la muerte blanca y frágil
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Te dibujo por encima del silencio
que frecuento
s...
6 comentarios:
Hasta luego, Liz.
Que sea otra etapa de productivo cansancio.
¡Vuelve pronto!
Voy a extrañar tus poemas...
Hasta luego,
Tu vecino, Manuel.
Espero que el trabajo te deje tiempo para escribir. Estoy seguro de que lo encontrarás, porque para el poeta la poesía es una necesidad insoslayable, tanto como el soñar.
Hasta pronto, Liz.
Espero que regreses pronto, Liz y que no sea muy pesado el trabajo.
Te extrañaremos.
Me llegó ese "Besos y abrazos con aroma a café de mi tierra." porque en la mía hay uno que huele muy sabroso
Un abrazo desde mis versos
Te esperaremos, cuídate mucho Liz
besos y cariños
Para cuando vuelvas Liz.
Lee esta belleza de poema de Rosalía de Castro.
«Yo en mi lecho de abrojos,
tú en tu lecho de rosas y de plumas;
verdad dijo el que dijo que un abismo
media entre mi miseria y tu fortuna.
Mas yo no cambiaría
por tu lecho mi lecho,
pues rosas hay que manchan y emponzoñan,
y abrojos que a través de su aspereza
nos conducen al cielo».
Rosalía de Castro
Salud.
Tu vecino, Manuel
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