Tu voz resuena en mi alma
como rumorosa brisa de primavera
haciendo zigzaguear mi tristeza
cual mortecina mariposa,
convirtiendo tus palabras
en besos para mi laso corazón.
Tu voz me acaricia sin tocarme,
enmudece al silencio,
puebla de estrellas azules mi cielo
cuando entre sombras perfumas mi cuello con tu aliento
murmurando dulces evocaciones
que agitan los afluentes de mi cañada.
Tu voz relega el origen del olvido,
no me beses amor que escucharte quiero,
mas no así en mis últimas horas
ya que agria me sabría la gloria
y eterna sería la despedida,
háblame ahora que me tienes rendida en tus brazos.
© Lissette Flores López. Derechos reservados
3 comentarios:
Cuántos poemas habremos escrito Sara y yo sobre nuestras voces. Para mí la voz es un motivo poético de primer orden. El adjetivo "rumorosa" también se me hace muy familiar. La hiedra y la voz son rumorosas.
La segunda estrofa es la que más me ha gustado, en especial los primeros versos, sutiles y hermosos:
"Tu voz me acaricia sin tocarme,
enmudece al silencio"
Un fuerte abrazo, Liz.
La voz de la persona amada, fuente de inspiración para el poeta, que se estremece al oírla, porque acaricia sin tocar, sí, tú lo has dicho muy sifnificativamente.
Es un hermoso poema Liz, como siempre un placer venir a tu rincón, un beso.
Me ha encantado este poema tan íntimo. Entre lo que más me gustó está:
"rumorosa brisa de primavera",
"Tu voz me acaricia sin tocarme,
enmudece al silencio"
"cuando entre sombras perfumas mi cuello con tu aliento".
Me transportó a una habitación donde lo único que rompe el silencio es una melodiosa voz, susurrando poesía.
Es un placer visitarte. Un abrazo.
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