Sucede que en noches como esta
pienso en ti,
y me enamoras,
y me entristeces.
Me enamoras como el halo de luna
enamora al farol que se esconde entre la niebla,
y me entristeces
como la brisa marina entristece a la cortina en la ventana
cuando no le alcanza a rozar con su aroma a mar.
Sucede entonces que en horas como esta
el olvido sucede a versos que te hablaron de amor,
lánguidos gemidos se exilian del pecho
esparciendo sus migajas de desconsuelo.
Me ovillo entre sombras de lágrimas secas
y un hálito de tristeza me envuelve el alma
al oír el pertinaz murmullo de una voz...
¡Sucédele tiempo!
¡Anticípate muerte!
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.
4 comentarios:
Me gusta Liz.
Tanta lejanía estando tan cerca...
Un abrazo.
Tu vecino.
Sutiles y hermosas las comparaciones de la segunda estrofa, con el halo de luna y la brisa marina como protagonistas. La imagen es perfecta. Nunca me canso de decirte que tienes muy buen gusto para las imágenes. También me han gustado los gemidos que se exilian del pecho y las sombras de lágrimas secas, así como la forma en que principias el poema. El verbo "ovillar" lo utilizo mucho. Lo encuentro muy poético.
Un abrazo, Liz.
Algo tienen algunas noches de magia para enamorar-se y también para entristecerse,
lánguidos gemidos se exilian del pecho
esparciendo sus migajas de desconsuelo.
Debo resaltar la tristeza en tu poema, he destacado estos versos, pero todo él rezuma un halo de melancolí que conmueve, te diría: no te enamores de la tristeza, qurida Liz, pero, quién soy yo para decirte cuando a mí también me enamora..
Un beso
Ay Liz, a mí me encanta la noche, tiene una mística...
Las imágenes de la segunda estrofa son preciosas:
'Me enamoras como el halo de luna
enamora al farol que se esconde entre la niebla,'
Y el 'aroma a mar' tiene una musicalidad exquisita.
Espero que esa melancolía, no cause muchos estragos.
Un abrazo infinito.
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