Tú, que avivas la fragua de vida
con tus piélagos de luz,
alarga esta realidad suprema
con tus besos de orquídea
y desenreda en mi boca la telaraña
que asfixia versos que desean resurgir
y grabarse en tu piel de numen.
Al soslayo de la luna
te ofrendo, mi bien,
un cosmos líquido
creado con cristalinas lágrimas
que brotan en lenta palpitación
de mi corazón cautivo del tuyo.
Celeste sensación, azul melodía
tus ojos, la noche, tu voz,
tus labios susurrándole a los míos
nuevas caricias de amor.
¡Divina calma!
cuando mis manos te alcanzan
y mis brazos te estrechan
tu alma de cristal ilumina el cielo
y mil hados se abisman en tu pureza infinita.
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.
3 comentarios:
Pureza de amor la que destilan estos versos donde no hay rastro de melancolía. Me han gustado algunas expresiones originales como "piélagos de luz", "besos de orquídea" y "piel de numen", además del verso que da título al poema y que también define la imagen. También destacable es la sinestesia "azul melodía".
Un abrazo, Liz.
Me gusta leerte enamorada, Liz, y sobre todo, tan dulcemente enamorada:
'Tú, que avivas la fragua de vida'
La ofrenda de 'un cosmos líquido' es una imagen preciosa, a mi entender.
y luego este verso
'tus ojos, la noche, tu voz'
sugiere, en su simplicidad, un gran fondo.
También destaco estos dos:
'tus labios susurrándole a los míos
nuevas caricias de amor.'
Tiernos, dulces, delicados, y sobre todo enamorados, enamoradísimos.
Me ha encantado visitarte, Liz.
Un fuerte abrazo.
Digo como Marisol, me gusta leerte enamorada y deseosa de amar y ser amada, ( es que me pasa con todas la gente que quiero) pienso que el amor, ( ya sé que no siempre) nos hace más felices y vemos cosas como azules melodías, y olemos orquídeas en los labios y se avivan todas las luces y ayyy esas cosas todas que me encantan...
un beso Liz
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