Extinto quedó el fuego contenido
por la intensa embestida de la pasión,
no hubieron sombras sobre la almohada,
tu luz vehemente iluminó el enigma de la noche.
Olas inquietas estallaron en esta penumbra desnuda de cuerpos
y en tu mirar adormecido se asilaron luces bohemias
que iluminaron gemidos con voluntad de pájaros.
Trémulo mi labio se retiró del tuyo,
un sabor a mañana rociada de lluvia peregrina
en la piel nos ha quedado,
en la piel nos ha quedado,
y en el alma, un roce imperceptible de cometas fúlgidos en fuga.
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.
6 comentarios:
Hay varias expresiones que me han gustado por su vuelo poético: asilar luces en la mirada, los "gemidos con voluntad de pájaros" y, por supuesto, ese "sabor a lluvia" de los besos. El adjetivo "fúlgido" también es de mi agrado.
Un abrazo, Liz.
Que bonito es ese verso en el que las luces bohemias se asilan.
Y como te digo una cosa te digo la otra: me gustaba mucho más cuando era el labio el que se retitaba del labio; pero... tú decides (aunque, si valen las súplicas...)
Un beso.
Profundamente agradecida, Óscar, me hace feliz tu presencia. Un gran abrazo.
¡Gatito! Gracias por venir a mis letras. Atendiendo esa súplica (sonrío) vuelvo a poner "labio" entonces. Tienes razón, me gusta más así. Besitos.
Un poema seductor y cálido.
Si bien es erótico, tiene momentos de armoniosa paz, muy líricos.
Además de lo que Óscar ya señaló, me ha gustado el 'enigma de la noche'.
Un gran abrazo, Liz.
Mil gracias, querida Marisol, un honor para mí el que vengas y dejes tus lindas palabras.
Un fuerte abrazo.
Liz impregnaste ese intenso e imborrable sabor, tanto, que hastaaqui llegé a dejarte mi coplcencia.
Grato saludarte, siempre esencia.
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