(Veinte Cartas)
A orillas del silencio
logran mis ojos palpar
el supremo aliento de tus palabras;
éstas hacen dilatar mis pupilas
por la arista más honda de tu arcano
-sueño y abismo-
donde la aurora asoma lento
incinerando voz y labios.
Tus cartas en los lienzos de mi mente
son óleos de sempiterna belleza
que en inermes horas de noches umbrías,
dibujadas con celestial y dulce idioma,
hacen te sienta más mío que mi cuerpo.
Tus frases, flores puras y divinas,
hablan de tu vida, amor y fantasía,
yo, absorta, loca enternecida
imagino estar bajo tu cielo
y besar, con insensata pasión,
tus ojos, tus manos y tu boca.
Colman mis oídos tus pensamientos
y a mis sentidos hacen temblar
dulcificando la soledad de las horas,
llevándome a un mundo fascinante
que acorta distancias por la ruta del deseo.
Una vez y otra volveré a leer tus cartas
para sentir tu etérea presencia,
y mientras mis ojos buscan tu voz en cada letra
mi voz infractora robará tus palabras
para restañar las grietas de mi tristeza
con tu imagen en forma de lenguaje.
El luminoso palpitar de un suspiro
musita a mi alma lo que tú escribes
y cada poro de mi piel
responde a la influencia de tu nombre.
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.
9 comentarios:
Bendito lenguaje que nos permite imaginar,soñar,vivir,en cada palabra leída,todas las inquietudes que llevamos escondidas en el alma...Bendito sea si restaña heridas y trae sosiego y paz a tu corazón,Liz.
Ellas,las palabras, seguirán fluyendo de aquel otro corazón atribulado para que a su vez reciba el consuelo impagable de las tuyas.
Dicen que sólo son eso,palabras...pero qué preciosas son cuando no hay nada más.
Como siempre,has desnudado tu corazón en estos versos para compartir con el mundo tus sentimientos a la vez que nos regalas a todos la belleza indiscutible de tu poesía.
Un enorme abrazo,amiga mía.
Me siento muy identificado con los sentimientos que expresas en tu poema. Las cartas (y más las manuscritas) encierran una parte de nuestro espíritu. Respiramos en cada letra, y con ellas es fácil que la imaginación, excitada, re-componga imágenes del puño que la escribió.
La primera estrofa es la que más me ha gustado. Haces en ella una sinestesia con la vista y el tacto. Sólo me ha parecido un poco disonante algún hipérbaton que dejas caer, aunque ahora lo vuelvo a leer y me suena mejor.
Un fuerte abrazo, Liz.
Bellisimos versos, añoranza, recuerdos a flor de piel.
Besos Liz.
Ésa primera estrofa, es preciosa, musical, dulce. El poema es melancólico con matices tiernos.
Se respira el amor, entregado y sublime, en esas letras que conviertes en persona, en la 'voz infractora' que 'robará tus palabras'.
Los dos últimos versos también me han gustado de manera especial.
Me ha gustado mucho leerte, y he reconocido el sentimiento que provocan esas cartas en tu poema.
Un gran abrazo, Liz.
Hermoso Liz, no me atrevería a reseñar ninguna estrofa pues en todas hay entrañables matices que nos une en la nostalgia, si me ha sonado raro y no sé qué te parezca:
óleos de sempiterna belleza son
que en inermes horas de noches umbrías,
yo lo diría de otra forma, pero es tu poema, tu hermoso poema. un beso Liz
Welcome back!
..."mi voz infractora robará tus palabras"...
Una belleza.
Abrazos.
Liz, deliciosa Liz
Provienes de una tierra de poetas inolvidables...!
Al leer por vez primera tus poemas y quedar absolutamente conmovido, me atrevo a molestar tu atención para decírtelo, poetisa sublime.
Me encantara seguirte muchacha, claro, si tu lo permites... Presiento que viniendo de tu alma las palabras, has de llegar a la mia también.
Te felicito, te abrazo a la distancia, gracias.
Federico
Pues sí, Liz, ahora mucho mejor a mi entender, tú sabes que también yo aprendo de todos vosotros, así pues no dudes en hacerme cualquier sugerencia, te lo agradeceré en el alma, besito grande
Liz:
"Una vez y otra volveré a leer tus cartas
para sentir tu etérea presencia"
Eso dices querida Liz en tu poema... por mi parte yo hare lo mismo, pues una y otra vez he de leerte y desde ya te digo que el milagro de tus palabras me hare sentirme cerca de ti...
Gracias
Federico
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